Como ya sabemos el Estado moderno nace en 1492, en tanto que el Feudalismo
(Que existió sin competencia hasta 1492) y la Edad Media iniciaron su inexorable final. Por lo que antes de seguir con el tema, permítanme insistir que el Feudalismo pretendía todo lo contrario que el Estado
moderno, pues disgregaba el poder en
decenas o cientos de señores feudales con poder absoluto sobre sus territorios
o feudos, mientras que el Estado pretendía, lo contrario, es decir la unificación del poder en el mismo
territorio, poner fin al feudalismo y a los señores feudales, en suma, dar a un
centro político el gobierno único, sin otra soberanía y que es la
característica del Estado moderno e incluso hoy en día.
A partir de 1492 faltaría un trecho en tiempo y en
acontecimientos para que poco a poco los feudalismo existentes, fueran perdiendo
su vigencia. El propio Nicolás Maquiavelo, acertó cuando en la parte final de
su obra más conocida “El Principe” propuso a un destacado gobernante de Florencia de la
familia Medici, que sirviera a la finalidad de ese libro y de su argumento, que sería la
unificación de lo que ahora llamamos “Italia”.
Sabemos que el Estado y todo Estado es moderno por
definición, tiene tres elementos, la población, el territorio y el gobierno al
cual ahora nos referimos. Como hemos visto el estado requiere para su
existencia de la consolidación de la unidad de mando, de dirección, de poder,
es decir la unidad política y administrativa de Gobierno. Como ya sabemos,
cuando el poder y el gobierno recae sobre entidades diversas, no estamos ante
un “estado”, sino ante un estado sometido, esto no contradice que todos los
estados modernos cedan o pierdan un poco de su poder, o de su soberanía
mediante tratados internacionales, que van desde un tratado de comercio, de
colaboración en materia de salud o de educación, como es normal y que incluso
se traduzcan en organizaciones mundiales como la Organización de las Naciones
Unidas, Organización de los Estados Americanos, Tratado del Atlántico Norte,
solo por citar unos pocos de los muchos que existen.
Es a partir de este punto que dada la accidentada historia del Estado en su afán de imponerse a otros poderes políticos dentro de su territorio, que su enemigo más formidable que es el Feudalismo poco a poco dejó de existir, pues su existencia se basó en dividir el poder dentro del territorio, debido a que los señores feudales y sus gobiernos desconocían al poder de sus soberanos, haciendo imposible de esta manera que existiera el Estado ya sea por la debilidad de su gobierno o por la incapacidad para imponerse, eso fue así, hasta que el Estado apareció en 1492, año en que los reyes de España pudieron tomar pleno control de sus territorios, de su sociedad y establecieron un solo gobierno y los señores feudales pasaron a ser simples vasallos de su rey, es decir que el “poder” dejó de estar en manos los señores feudales y en los reinos feudales.
Así nació el “Estado”, que por definición es “moderno”, y que caracteriza además a la modernidad, pues esta nace con él. Sin embargo el estado tiene sus propios avatares, su propia historia particular, es decir la historia de cada una de los estados en que existe, todos los diferentes estados tienen su propia historia y su realidad actual, pero sin diferir de los elementos del Estado que ya hemos enunciado. Por todo lo anterior, la primera pregunta que surge sobre este tema, que debe ser tanto una pregunta de historia, como de política y que es relativa al Estado mismo: ¿El Estado tiene fines, metas, propósitos y si estos existen, cuáles son?
Esta es una pregunta acuciante para la Teoría del Estado: ¿Debe el Estado tener fines que se justifiquen moralmente o el Estado puede existir al margen de cualquier fin moral o ético? ¿Debe el Estado tener una moral o ética que sobrepase al individuo? Dicho con toda claridad, el ¿Estado tiene que tener una justificación moral para existir? Y pienso que la respuesta es sí, pero esa moral difiere de la moral que nosotros practicamos a diario, difiere de esa moral con la que educamos a nuestros hijos o ahora los jóvenes, digo “difiere” porque siendo una moral distinta, tiene elementos que nosotros moralmente aceptamos e incluso que consideramos necesarios.
Procedo a explicarme, uno de los fines del estado y tal vez el mayor, es el de subsistir, el de no dejarse poner fin y sobrevivir dentro de la historia y claro como concepto de nuestro estudio equivale a vivir ahora y para siempre. Esto es una finalidad con la que todos estamos de acuerdo, pues todos deseamos sobrevivir como también el estado lo desea, sin embargo nosotros deseamos en los personal sobrevivir sin acudir a la fuerza, es decir a aquello que desde el punto de vista de Max Weber llama la “Violencia Legítima”, tan importante que es la parte central de su definición del estado, al que llama “la entidad que posee la violencia legítima” que es administrada como sabemos no por cada uno de nosotros los gobernados, parte de la población, sino únicamente por el Gobierno, y ya sabemos que en Estado Moderno solo hay un gobierno.
Si bien el Estado debe subsistir, es natural que recurra a la Violencia Legítima, aceptamos también como un hecho que la violencia sea también “ilegítima”, pues es un hecho que los países modernos sostienen algunas entidades que se dedican a espiar y a asesinar enemigos políticos, sean extranjero o connacionales, sin embargo no es este nuestro asunto de interés, el cual dejamos por un lado, y simplemente recurrimos a los medios de violencia “legitima” como la Guerra a la cual se ha definido incluso como la fase última de la diplomacia.
En todo caso, el tema de la justificación de la guerra como un recurso legítimo del estado, como un recurso moral, no es el tipo de moral con la cual los padres educan a sus hijos, por lo cual debemos aceptar que la moral del Estado difiere de la moral de padres, hijos o amistades.
Por Antonio Limón López.
NOTA.- Los estudiantes deberán hacer grupos de un
máximo de tres personas, leer en voz alta dicho artículo en presencia de los
miembros del grupo, y entonces elaborar preguntas sobre dicho artículo,
por último deberán proponer otros fines del Estado, esto al correo limonuno@gmail.com
Agradezco su atención y les deseo que no enfermen
del #Covid2019, ni de ningún otra enfermedad.
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